Uno de los factores que más influye en el diseño de una granja es el sistema de ventilación que se instalará, así como el tipo estructural de las edificaciones, ya que son elementos que interfieren con el manejo y bienestar de los animales. En base a este objetivo, el equipo de ingeniería de CADA apostó por un sistema de ventilación forzada automatizada para la construcción de la nueva granja porcina de Valdemanzanas ubicada en el municipio zaragozano de Ejea de los Caballeros. Esta decisión, a diferencia de la elección de la ventilación natural, permite que los edificios más grandes optimicen el costo de la estructura y hagan un mejor uso de la ocupación en el suelo.

El otro elemento constructivo apreciado en el diseño de esta instalación ganadera es la cubierta. Una buena elección ayuda a mantener los parámetros de confort interior en términos de temperatura, humedad y sensación térmica, minimizando las pérdidas de energía y reduciendo así los costes de climatización. "Los valores de humedad y temperatura determinan el funcionamiento del sistema de ventilación y aire acondicionado de la finca. En el caso de la temperatura interna, debe permanecer dentro de un rango establecido de valores entre aproximadamente 21 y 28 ° C. Por debajo del nivel mínimo, los sistemas de ventilación mínima deben actuar para controlar la humedad, el flujo de ventilación aumenta a medida que aumenta la temperatura ambiente, por encima del nivel máximo la ventilación no es suficiente y la refrigeración debe actuar al 100% de sus capacidades ”, explican los ingenieros de CADA. .

Por este motivo, se han elegido materiales de construcción que garantizan un buen nivel de aislamiento térmico y minimizan los puentes térmicos. “De la superficie total en contacto con el aire exterior, alrededor del 25% corresponde a las paredes de la envolvente del almacén, mientras que la superficie del techo representa el 75%. Además, siempre hay elementos imprescindibles en las paredes que interrumpen la continuidad del aislamiento: ventanas de entrada de aire, puertas de acceso, espacios para el paso de sistemas, etc. Por eso es más importante tener un buen aislamiento del techo ”, señalan los ingenieros.

Para la construcción de las cubiertas del almacén de 16.000 m2 en total, los ingenieros optaron por el uso del sistema ISOVETRO PLUS EXTREME de ISOPAN que, con un panel de acero de 5 nervios, ofrece una gran resistencia mecánica y un óptimo mantenimiento del techo durante su vida útil. Los paneles aislantes de 50 mm de espesor se dispusieron con una inclinación de entre el 20 y el 30%. El núcleo está fabricado en poliuretano, mientras que las láminas de acero tienen un revestimiento externo adecuado para ambientes agresivos con alta concentración de amoniaco y humedad, y otro para el interior realizado con una lámina de fibra de vidrio. Estos acabados especiales de Isopan ayudan a mejorar la durabilidad de los paneles frente a entornos internos y externos agresivos.

El sistema de montaje en panel sándwich permite sellar las juntas y, de esta forma, minimiza las fugas a través de ellas, al tiempo que proporciona un espesor continuo de aislamiento en toda la superficie. Con ello se consigue una elevada estanqueidad que impide tanto el paso del agua y la humedad, como el de los gases, contribuyendo así a la eficacia del sistema de ventilación. “Por ejemplo”, explica CADA, “se observa que en las primeras horas de la mañana en los tejados de chapa el agua de condensación es evacuada por la humedad del aire. Este fenómeno no es igualmente observable en otros tipos de cubiertas realizadas con materiales más porosos, como el fibrocemento, donde parte de esta humedad parece ser absorbida por la cubierta ”.

Además de cumplir con los requisitos de resistencia, durabilidad, impermeabilización y aislamiento exigidos por el proyecto, los paneles sándwich también aportaron rentabilidad ya que, al poder instalarse rápidamente, la inversión en la obra se recuperó antes que si se optara por un material diferente. .